Despierta!
abre los ojos, mira a tu alrededor.. Nada es lo que parece. Ves que todo está igual que ayer, excepto él. Te miras en el espejo.. Estás despeinada, y todavía los ojos un poco cerrados por la luz que entra por la ventana. Miras el móvil, todavía nada.. Sigues hacia delante, cierras la puerta a tu espalda. Y te pones a pensar. Porque? No caes en la cuenta de que puede que seas tú la que ha cambiado. Vuelves a entrar en tu habitación, ves su foto.. Se te encoje el corazón, empieza a latir tan fuerte que piensas que va a salirte por la boca. Tus ojos, ya no están igual que antes, están más abiertos que hace un rato, pero hay algo diferente en ellos. Brillan. Brillan tanto que cualquiera se podría fijar en ellos y saber que algo te pasa. Te sientes diferente. Giras la mirada y vueles a ver su foto.. Y entonces, por fin te das cuenta.. Estás enamorada.
No te voy a mentir, te quiero. Y te quiero mucho. Pero hace tiempo me prometí a mi misma que no volvería a llorar por un tio. Ni por un tio ni por nada que no mereciera la pena. Quieres saber porqué? Porque siempre me he guiado por lo que querían los demás, no por lo que quería yo. Y me enamoraba, me enamoraba demasíado por gente que, quizás en su momento valió la pena. Es más, te voy a decir que tu has sido quien me ha devuelto la ilusión y la sonrisa que había perdido hace muchísimo tiempo, pero se acabó. No quiero, o mejor dicho, no puedo seguir siendo la de antes ni lo voy a ser jamás porque me hago daño a mi misma. Ha sido bonito conocerte, y más aún tenerte como amigo, que es el mayor regalo que me ha podido dar la vida, aunque quizás suene exagerado. Y es así, seguirás siendo mi amigo, pero de forma diferente, ya que en una milesima de segundo pudiste serlo todo y es más, lo fuiste. Te quiero, te quiero mucho..
¿Alguna vez te has dejado querer? Querer ser quien no sabías que podías llegar a ser. Poder volver ha sentirte como un niño pequeño por eso de estar enamorado. Ver que esta lloviendo y correr debajo de la lluvia.. saltar en un charco sin miedo a mojarte. Correr hacia ninguna parte. Imaginar un lugar que nunca has visto. Escuchar las palabras que no se dicen. Piensalo.. ¿De verdad merece la pena malgastar el tiempo siendo quien no eres?
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