¿Sabes?

Dicen que el amor es "un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista" y sabes lo que yo creo que es el amor? Yo creo que el amor no se trata de algo relativo, yo creo que el amor es sentir a una persona. Sentirle aunque este a mil kilómetros lejos de ti. Es saber si está bien, si te recuerda, si te quiere, si te echa de menos, si está mal, si te necesita.. Yo creo, que el amor, el amor es algo con lo que tenemos que convivir aunque nosotros, en el fondo, no queramos. Porque puede hacerte daño, es más, seguro que te hará daño. Pero lo que nos cuesta entender.. no es lo malo que pueda hacernos, si no todo lo que esto conlleva. Haciéndonos daño solo nos avisa de una forma u otra de como puede ser la gente, o debes ser tú. O simplemente, enseñarte cuando más débil estés, que puedes llegar a ser lo más fuerte que exista en este mundo. Si, puede ser un poco contradictorio, o quizás no lo sea nada. El amor.. El amor es esto que sientes cuando piensas que está todo perdido. Es la angustia de que no te quieran, y es la felicidad de aquel que lo tiene a su lado. Una vez escuché: "Yo creo que decir te quiero es muy fácil, pero.. a la hora de la verdad ¿darías la vida por esa persona?"  Y esa es la cuestión. No valen palabras fáciles de decir cuando queda un momento preciso de tiempo. Ni tampoco valen las palabras traicioneras. Una vez aprendí, queriendo, que tienes que ser tu mismo si realmente lo que quieres es conseguir a esa persona. Que no debes olvidarte de "yo" ni dejar a un lado la bruma de sentirte inferior. Yo creo que el amor no es eso, el amor no entiende de unos más, y otros menos, ni tampoco entiende que porqué nos empeñamos en destruir algo que nosotros mismo creamos. 
A veces nos olvidamos de que somos nosotros mismos los que hacemos que este mismo no aparezca. Nos aferramos a nuestro propio mundo empeñándonos en una persona de la que a lo mejor no sea la correcta, y cerramos puertas y ventanas para que no entre, así ahogándonos en nuestra propia respiración.