Buenos días, mundo. Ella se despereza. ¿me haces un regalo hoy? Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mí y a quien todavía no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto. La dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. Ellas se acercarían con curiosidad.
- ¡Eh! ¿Quien te ha regalado eso?
- ¿El?
- Si, sí, el, una rosa. ¡Si acaso un cardo seco!
Y todas a reírse. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después, a ultima hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, frase de aquella canción tan bonita: "Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría merecer.." y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podía ser que alguien los encontrase. Que volviese a ponerlas en orden. Que leyese la frase. Y que viniese a buscar. Él quizá. Ya. Pero ¿quien es el?
-Perdona si te llamo amor-
No hay comentarios:
Publicar un comentario