Es tan sencillo como poder darle las gracias por existir, pero me apetece que sea más que eso. Más que un simple: "buenas noches"; más que un simple "felicidades". Es un año más. Otro que, por cierto, puedo vivirlo a tu lado a pesar de que últimamente hay un poco de distancia.
Es que aprovechar estos momentos en donde realmente puedo decir a gusto que te quiero me encanta. Porque tengo que decir que me alegro de tenerte en mi vida. Que eres (sin dudarlo ni pensarlo) unas de las mejores cosas que ha tenido mi vida desde hace mucho tiempo.
Has estado ahí, antes y después. Has estado cuando he llorado y he reído y eso no lo hace todo el mundo. Me has echo reír y me has echado 'charlas' para hacerme ver, para abrirme los ojos, para decirme que yo me merecía más que llorar por un niñato o por cualquier otra cosa.
Gracias por venir a verme. Por tus abrazos. Por empujarme a vivir. Por tus sonrisas. Por tus momentos. Jodidamente gracias, como he dicho al principio, por existir. Por saber que no hay nadie más como tú y que tengo la suerte de que tú precisamente estés en mí vida.
¿Para que voy a negar que sin ella no soy nada?
Sería perder el tiempo.
Así que he de terminar (aunque no sea exactamente lo que quiero en este momento) deseándole felicidades mi niña por un año más. Gracias por regalarme a mí otro más.
Gracias por perder tu tiempo regalándomelo a mi.
Pd: ¡Que te cojo y te parto!
Te quiero mucho, princesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario