No sé cuando ni porqué me enamoré de ti. Todo fue demasiado rápido.. Pero desde que te conozco me sale una sonrisa todos los días, y me hes complicado ocultarla. La gente lo sabe, sabe que algo me pasa, que porque estoy así, que porqué me comporto de esta manera, de porque no puedo estar alejada del ordenador ni un minuto, ni porque hago las cosas que hago por ti, cosas que no he echo por nadie antes. Y se preguntan que porqué, que porqué me gustas, que porqué espero y espero a algo que a lo mejor no llega nunca..Y ni si quiera yo sé el porqué.

miércoles, 14 de marzo de 2012

- No, no lo entiendo, de verdad que no. No sé porque demonios no quieres entrar en esa habitación. 
+ ¿Sabes porque no quiero entrar en esa habitación? Porque aquí me enamoré. No quiero porque ¿ves esa esquina de allí? Estábamos discutiendo cuando de repente, yo misma, me fui a la ventana llorando esperando a que el no me viera, como si el aire fuera a secarme las lágrimas o ocurriera un milagro. Me giró, y me puso ahí, en esa esquina, la que está al lado de la ventana. Y me besó. Me besó tanto que todavía recuerdo el sabor de aquel beso. ¿Ves ese corcho? En él colgábamos nuestras fotos y nuestros recuerdos. Poníamos cosas como papeles que decían "te quiero" o un simple "hoy llegaré tarde". Y objetos. Objetos como el colgante que hoy, casualmente, llevo puesto. Y todavía están las mismas sábanas, y todavía huelen a el, a nosotros, a nuestra historia. ¿Ves este armario? En este armario guardábamos nuestros secretos. Como aquel de quien se comió el chocolate que sobró, o tonterías como esas. ¿Ves esta mesa? En esta, era en la que yo me ponía a estudiar lo que realmente me gustaba y en lo que el me apoyaba. Venía, me dejaba un chocolate caliente en invierno a un lado de los apuntes y me abrazaba suplicándome desde atrás un descanso. Y en esa misma desayunábamos mirándonos a los ojos, y comíamos, y cenábamos. Que en este suelo fue la primera vez en la que me caí y en la que el me cogió al vuelo. Entiéndelo, no puedo entrar. En esta misma habitación fue en la que me abandonó. Que en esa misma cama me tiré meses enferma, que en esa mesa ya no se sentó nadie nunca. Que ya no habían más recuerdos. Que todos los días me levantaba a un hueco vacío porque el se fue. Que ya no quedaban recuerdos en ese corcho ni en ese armario. Y que por esa ventana, la de ahí enfrente, ya no entraba luz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A estas alturas no sois amigas, sois hermanas..

A estas alturas no sois amigas, sois hermanas..
SLB
No te voy a mentir, te quiero. Y te quiero mucho. Pero hace tiempo me prometí a mi misma que no volvería a llorar por un tio. Ni por un tio ni por nada que no mereciera la pena. Quieres saber porqué? Porque siempre me he guiado por lo que querían los demás, no por lo que quería yo. Y me enamoraba, me enamoraba demasíado por gente que, quizás en su momento valió la pena. Es más, te voy a decir que tu has sido quien me ha devuelto la ilusión y la sonrisa que había perdido hace muchísimo tiempo, pero se acabó. No quiero, o mejor dicho, no puedo seguir siendo la de antes ni lo voy a ser jamás porque me hago daño a mi misma. Ha sido bonito conocerte, y más aún tenerte como amigo, que es el mayor regalo que me ha podido dar la vida, aunque quizás suene exagerado. Y es así, seguirás siendo mi amigo, pero de forma diferente, ya que en una milesima de segundo pudiste serlo todo y es más, lo fuiste. Te quiero, te quiero mucho..
¿Alguna vez te has dejado querer? Querer ser quien no sabías que podías llegar a ser. Poder volver ha sentirte como un niño pequeño por eso de estar enamorado. Ver que esta lloviendo y correr debajo de la lluvia.. saltar en un charco sin miedo a mojarte. Correr hacia ninguna parte. Imaginar un lugar que nunca has visto. Escuchar las palabras que no se dicen. Piensalo.. ¿De verdad merece la pena malgastar el tiempo siendo quien no eres?