'El que no lucha por lo que quiere no se merece lo que desea'

¿Sabes? Hoy me he dedicado a recordar a cada chico que ha pasado por mi vida. Bueno no. No a todos. Solo me he acordado de los que realmente me han importado. Me he acordado de un ocho y un treinta y uno, y también de un diecinueve y un veintiocho junto a un veintiuno. He recordado que han sido los que más felices me han echo, y los que más han conseguido que aprenda lecciones en la vida que sola no hubiera podido.
Recordé que el 19 de Febrero pasó por mi vida una persona que hasta el día de hoy sigue en mi vida, aunque en un segundo plano. Tres años, tres años y diecinueve días, casualmente. Me hizo rozar, bueno no, no rozar, me hizo sobre pasar los límites de la felicidad. Me hizo inferior débil y fuerte. Y entre sonrisas siempre hubo una lágrima, y por cada lágrima miles de sonrisas. 
Recordé que el 8 y el 31 de enero pasó por mi vida una persona que, no solo fue el chico que me hizo recapacitar sobre que era lo que de verdad quería en la vida, si no que también fue mi mejor amigo. Me ayudó a olvidar momentos que fueron, digamos duros, en mi vida. Me prometió cosas que jamás me dio.
Recordé aquel 21. El 21 que me quiso, que me adoró. El que quería estar conmigo todo el día y yo se lo negaba. El que me perdonó y me esperó y no recibió nada a cambio. 
Recordé que el 28 de enero llegó a mi vida una persona que hoy sigue a mi lado. El que hoy se mantiene a mi lado a raya como mejor amigo, y del que no me arrepiento para nada de haber conocido. Me entiende, me apoya, y lo más importante, me quiere.
Y hoy estoy sola. Es cierto, sola. Ya no me duele ni me importa, ahora está superado. Superado porque sé, que si entraron en mi vida fue para enseñarme algo de lo que hoy tengo que poner en práctica. No me preguntes qué, lloré y reí, fue feliz. Gané y perdí y jugué un juego que me tocó jugar. Ahora estoy sentada en el banquillo viendo como mi marcador, el que prometí igualar, ha bajado y el de los demás subió. Pero me siento orgullosa. De veras, de haberles conocido, de haber vivido lo que he vivido con ellos.


Gracias.