Explicando los 'continuará...' que, ya de ante mano conozco en la existencia de esta historia, reconoceré que lo único que no he reconocido de este libro es el punto y final. Supongo, que el no estar preparada para decir adiós es una de mis más razones para no haberlo querido ver, pero también reconoceré, que el empeño que pusiste solo hizo que alargara esto. Y todo esto suponiendo que hay un final.
Independientemente, quererte no ha sido fácil pero yo manteniendo firme mis decisiones, cumpliré con lo prometido, y hoy aquí, explicaré las razones que tuve para hacerlo. Digamos que el primer capítulo ni si quiera tuvo un párrafo y tampoco necesité que lo hubiese. Pero a lo mejor hubiera preferido que fuera más largo, pero en el fondo de mi sé que lo mejor fue como sucedió.
Dicen que el 97 % de seres humanos (o mejor dicho personas) que existen en el mundo, reaccionan subjetivamente respecto a este tipo de situaciones entre otras, pero yo de alguna manera he querido ser más objetiva. Y objetando esto, me tomaré el atrevimiento de decir que a haber vivido en tu cama es sinónimo de palabras tales como: amor, odio, felicidad e incluso angustia. Pero también diré que jamás nadie pudo sentirse como me sentí yo. O, más que poder, diría saber. Nadie sabría sentirse como me sentí yo, porque ni si quiera yo sabía.
El segundo capítulo es fácil: querer. Y no hay suposiciones, ni quejas, ni alagos, ni reconoceré que era lo que le daba vida a esta historia. Porque dormir en tu espalda no es ni comparado a estar pensando en ti en una hora cualquiera.
Y para finalizar, ya que puesto al respiro que me has dado, no me dará el tiempo para explicar cada capítulo más, porque ya quiero otro más de tu besos. Solo te doy las buenas noches, reconociendo el derecho a quererte otro día más, esperando un día menos.
Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario